jueves, 17 de julio de 2008


Existen los románticos puentes sobre el Sena en París, los de la mítica laguna en Venecia, el de rojo metal de San Francisco, los colgantes y milenarios del Alto Perú, pero nadie puede negar el encanto particular del puente de Quidico que permite al peatón atravesar el río para ir a visitar la Puntilla pasando por el barrio del mismo nombre.
Lo cruzamos con cierta inquietud ¿Quedará marisco en la Puntilla? nos preguntamos. Y apuramos el paso.

El oro negro y el Chico


Por el puente del Lleu-lleu entra a la comuna un habitante del lugar. Las grandes crisis energéticas que afectan al planeta lo tienen sin cuidado, por lo menos en lo que respecta al transporte. "El Chico" lo traslada donde quiere y cuando quiera, con paso vivo y a módico precio. Sus cascos ofrecen a los mirones un compás cascabelero que se aleja por la carretera dejándonos con un ligero gusto a antiguos paseos de infancia.