Paseando

A veces unas largas caminatas nos llevan por aquellos caminos que marcaron nuestras huellas y a poco andar nos damos cuenta que ya no son los mismos. (Pepe Caterva)

La pesca con red desde la playa

La pesca desde la playa la realizan los pescadores que no tienen botes y que de esta manera intentan llevar algo para comer o vender en algún restaurante del pueblo. Es un trabajo difícil pues el mar es frío en esta época del año y porque es una actividad que dura muchas horas y que no siembre se obtiene algo. Los pescadores terminan extenuados y el frío los obliga a renunciar muchas veces. Cuando recuperan la red a veces la desilusión es grande.

Los hongos que anuncian la primavera: Los dihueñes

Los habitantes de la región los conocen muy bien, son muy apreciados y los preparan en ensaladas o los comen frescos recién recogidos ...del árbol: son los dihueñes, hongos primaverales que crecen en los huallis, arboles nativos de la cordillera de Nahuelbuta.
Estos hongos anuncian la llegada de la primavera en la región. Se encuentran en los bosques nativos desde Concepción al Sur de Chile. Antes que los huallis tengan sus hojas, aparecen durante un breve período y se les ve blancos, como manchas de nieve colgadas de las ramas de los árboles. Aquí en Quidico, un afortunado habitante del pueblo los encontró ayer en la puerta de su casa porque tuvo la buena idea de plantar un hualli en su jardín.

Barrio La Puntilla desde el Sur

El barrio La Puntilla es el barrio de los pescadores y allí se pueden encontrar mariscos y pescados preguntando a los vecinos. En un primer plano, a la derecha, vemos el gimnasio que permite realizar espectáculos y actividades diversas.

Pesca con red

los atardeceres en Quidico se caracterizan por una extraña sensación de calma y serenidad a las que participan las aves que descansan sobre la playa esperando que se alejen los últimos caminantes.
La práctica de la pesca con red desde la playa en Quidico se practica temprano en la mañana y la red debe instalarse al caer la noche. En estos días de fin de invierno con las bajas temperaturas es un trabajo difícil y sacrificado para los pescadores y sus familias.

Las Tejedoras de Relmu Witral (viaje al país del hilado)

Quisimos saber un poco más de esas mujeres que tiñen y tejen hermosos testimonios tradicionales. Un vistazo a un mundo de tinturas naturales (maqui, radal, hongos, cortezas, líquenes,etc.) donde vimos un trabajo prolijo, ancestral, rodeado de un ambiente simpático, jovial y de aplicado esfuerzo.

La lana se hila a mano en una larga y delicada tarea.

A veces es difícil elegir un color que armonice en la prenda que se quiere hacer. Las opiniones divergen y hay que decidir.

Y otras veces algún visitante de paso se ofrece para ayudar. Lo importante es que el trabajo se termine a tiempo para llevarlo a Tirúa.

Los artistas de la playa

Por las mañanas podemos visitar las obras dibujadas sobre la playa por loa innumerables artistas que durante la noche aprovechan la marea para crear formas y estructuras extrañas e improbables. Piedrecillas, conchitas y restos que arroja el mar modulan efímeras figuras sobre la arena que sorprenden al caminante entre gritos de gaviotas y el golpeteo de las olas.

La enorme playa de Tranaquepe hacia Cañete

Dos fotos de La puntilla

Esta foto muestra Quidico desde la playa.

Y esta otra en dirección inversa, desde las calles que suben hacia la colina.

Cura (Piedra en Mapudungun)

El extremo norte de la playa de Quidico, llamado Cura, es la puerta hacia el Sur. Los viajeros que llegan desde Cañete descubren por fin el litoral que se ofrece majestuoso y salvaje. Desde la colina se descubre la caleta y al fondo la Puntilla. Los últimos días de Julio anuncian ya la primavera que se adelanta: "Parece agosto..." murmura una anciana a mi lado cuando paso mirando hacia la playa donde el sol radiante se refleja sobre los espejos de la arena.

Productos naturales

Plantas del jardín y de los caminos que rodean el pueblo, permiten a algunas vecinas de Quidico preparar las antiguas recetas naturales que siempre han servido para aliviar malestares de la piel y otras dolencias menores. Esta actividad tradicional que se ha transmitido de generación en generación se ha convertido en un proyecto que reune a varias vecinas de Quidico. Esta iniciativa les ha permitido proponer diversas cremas naturales en varias localidades de la región.

Un lugar para deleites

Cuando bajan las ganas de conocer las especialidades de Quidico no queda otra solución que pasar por uno de los diversos lugares donde se ofrecen mariscos y pescados que le dan renombre a la caleta.
Uno de estos restaurantes es El Miramar que queda justo frente a la playa y donde se puede comer mirando ir y venir de las olas. El secreto de esta cocina es la larga experiencia de su personal, la calidad de sus productos y la simpatía de su propietaria. Comer un mariscal caliente en este local mientras arrecia la lluvia sobre la playa es una sensación que es difícil de olvidar.

Relmu Witral y sus tejedoras

El trabajo de la asociación Relmu Witral en Tirúa se destaca por sus tejidos en lana, teñidos con colores extraídos de plantas, cortezas y extractos naturales. A la delicada técnica ancestral se agrega la simpatía de las tejedoras y la atención esmerada en el acogedor local que existe en Tirúa, a algunos pasos de la Municipalidad. Vale la pena darse una vuelta por allí para ver los diversos artículos que ya tienen reconocimiento internacional.

Sí, a veces el invierno llega a Quidico, el pueblo de la eterna primavera, y la naturaleza aun dormida se despierta lentamente pues el año nuevo acaba de pasar. Los meandros que han hecho famoso al pueblo serpentean entre animales que miran escurrirse el río Quidico hasta la playa.
Cae la tarde y la lluvia amenaza.

Existen los románticos puentes sobre el Sena en París, los de la mítica laguna en Venecia, el de rojo metal de San Francisco, los colgantes y milenarios del Alto Perú, pero nadie puede negar el encanto particular del puente de Quidico que permite al peatón atravesar el río para ir a visitar la Puntilla pasando por el barrio del mismo nombre.
Lo cruzamos con cierta inquietud ¿Quedará marisco en la Puntilla? nos preguntamos. Y apuramos el paso.

El oro negro y el Chico

Por el puente del Lleu-lleu entra a la comuna un habitante del lugar. Las grandes crisis energéticas que afectan al planeta lo tienen sin cuidado, por lo menos en lo que respecta al transporte. "El Chico" lo traslada donde quiere y cuando quiera, con paso vivo y a módico precio. Sus cascos ofrecen a los mirones un compás cascabelero que se aleja por la carretera dejándonos con un ligero gusto a antiguos paseos de infancia.

Reflejos y lluvia

Invierno. Cuando el aguacero se aleja, la luminosidad se instala de nuevo, y los aromas de tierra y mar invaden el pueblo. El mar golpea una y otra vez, incansable, recordando su presencia a los hombres que se aventuran por sus bordes.
Recuerdo un poema de olores y de voces difusas del poeta mapuche Sebastian Queupul:

Era una flor inmensa / suspendida en su aroma
Era una rosa blanca / sostenida en su brillo
Era una voz lejana / ahogándose en el eco

La Perezia pedicularidifolia

La Perezia pedicularidifolia (Estrella de los Andes) es una especie de planta herbácea, de unos 30 cm, perenne. Sus hojas son compuestas, de 3 a 10 cm de longitud, de contorno lanceolado con borde aserrado. Las flores son celestes o azules, hermafroditas y poseen la forma de una estrella. Crece en las zonas cordilleranas a partir de los 800 metros. Se encuentra desde la octava región al sur. Apreciada por los mapuches por su color azul sagrado.

"... a orillas del fogón, levanto mi espíritu Azul" (Elicura Chihuailaf)

Quidico desde la Playa

El encanto de este pueblo aparece cuando uno se pasea por lugares que ofrecen imágenes que bien hubiesen querido los pintores impresionistas para sus telas. Siempre hay un momento particular del día donde las formas y los colores se armonizan para el agrado de aquellos que quieran apreciarlos. Si pasamos por allí en ese instante debemos contemplarlos plácidamente pues luego desaparecerán y la ajetreada y frenética vida nos hará pasar de largo, apurados, estresados y llenos de angustias materiales.

Los recuerdos de Quidico

Dos imágenes de un mismo lugar: el final de la playa de Quidico en el sitio llamado Cura (piedra) mirando hacia el Norte. Dos imágenes que muestran la lenta evolución de la playa: el nivel de la arena ha subido casi dos metros debido a los trabajos de contención realizado durante estos años por la urbanización a lo largo de la carretera y a la plantación de árboles sobre las dunas hasta el puente Lleu-lleu que han detenido la arena que avanzaba al interior de las tierras. ¿ Quién se acuerda hoy de las dunas que cubrían el viejo camino de tierra que venía desde Peleco?

Imagen tomada en 1950


Imagen tomada en 2007

Trafilawen : Culén (Otholobium Glandulosum)

Este arbolito nativo que es tan conocido pertenece a la familia de las leguminosas, aunque algunos no lo crean. Se usa como té y sobre todo como una bebida típica chilena (ponche de culén y alonja de culén). Como planta medicinal se emplea para lavar heridas y como antidiarreico; facilita la digestión y es febrífugo.(Adrianna Hoffmann)
Nuestros antepasados lo usaban para los dolores de estómago y para eliminar las lombrices(Luca Citarella) Sus taninos sirven también contra el diabetis de tipo 2 (graso).
Esta señora lo cultiva en su jardín donde se adapta sin problemas en un lugar húmedo y soleado. ¿Por qué no usted?

Flores y Abejas

Ulmo, Eucryphia cordifolia Cav.. Árbol de hasta 25 m de altura, copa estrecha, ramificada, densamente hojosa, tronco recto, cilíndrico. Hojas perennes, coriáceas. Flores hermafroditas, de color blanco, solitarias, situadas en la parte superior de las ramas. Crece en ambas Cordilleras, especialmente en la de la costa, hasta los 700 m snm, desde la Provincia de Concepción hasta la Provincia de Chiloé. Especie endémica de los bosques subantárticos.
La miel de Ulmo es muy apreciada por los aficionados.

Imágenes del pasado

Documento gráfico de 1950. Los veraneantes de la región que viajaban desde Purén y Contulmo hasta Quidico cruzaban el Lago Lleulleu -que en la época estaba rodeado de campos de trigo y bosque nativo- camino al mar y llegaban hasta Tranaquepe. El viaje duraba un día y se arrendaban caballos y el lago se atravezaba en bote. Pocas imágenes quedan de esa época de pioneros cuando las dunas de Quidico invadían cada año los caminos costeros.

La isla Mocha: lugar de descanso de los antepasados

La Isla Mocha fue descubierta en 1544 por Juan Bautista Pastene pero estaba habitada desde tiempos inmemoriales por las comunidades lafkenches. Se encuentra a 34 kms. de Tirúa y actualmente habitan unas 1000 personas. Conserva un frondoso bosque nativo que hace parte de la Reserva Nacional Isla Mocha. Se puede ir en avioneta desde Tirúa o en botes pesqueros que demoran unas 3 horas en llegar. Se puede dormir en hospedajes y hay camping.
Isla mítica para los occidentales por ser la fuente de inspiración de la novela Moby Dick, de Herman Melville, que rescató el relato de un marinero estadounidense sobre el cachalote blanco, Mocha Dick, que habitaba en este lugar. Isla sagrada para los mapuche por situarse hacia el oeste, lugar donde descansan los antepasados (lafkénmapu)(1) y región desde donde vienen inundaciones, maremotos y cataclismos. La isla se elevó de 2 metros luego del horroroso terremoto de 1960, el más fuerte que se haya producido en la historia de la sismografía mundial, lo que no hace más que reforzar la cosmovisión mapuche.
En las alturas de la Isla Mocha existe una laguna en la cual anidan aves migratorias, en particular la Fárdela Blanca (Puffinus creatopus) que anida solamente aquí y en la isla Juan Fernandez(2)
(1) Ester Greve Vicuña,"Meli-Witran-Mapu: Construcción simbólica de la tierra en la cultura mapuche". in Revista Pentukun N°1. 1994. p. 57.
(2)www.avesdechile.cl

Corales al aire libre

Entre las escorias volcánicas (esto es cerca de Coñaripe) a partir de 800 metros podemos encontrar estas magnificas florecillas que parecen corales andinos por su belleza que armoniza con otras flores entre pedreríos de antiguos aluviones y lavas. El científico la bautizó de un nombre pomposo para que le conocieran en otras latitudes: Lycopodium magallanicum

La pesca desde la playa.

Destreza, habilidad, paciencia y experiencia tienen que acompañar al pescador que quiere pescar desde la playa de Quidico. Los pescadores artesanales tienen sus propias técnicas que no comparten con el turista del fin de semana. Pero todos aprovechan del sol, del aire puro y del entorno que hacen de esta playa una de las apreciadas de la región.

Trabajos en la desembocadura.

Los trabajos que consolidarán el borde del río, avanzan. Deberán proteger a los habitantes que viven cerca de la playa en tiempos de marea y cuando el río desborda sobre la playa. La iniciativa traerá tranquilidad a los pobladores del sector y permitirá circular hacia la Puntilla sin problemas.

La ruta del Sur: Desarrollo durable y protección del entorno en Quidico

Esta futura ruta de la costa será en realidad una salida hacia el Sur desde Concepción y Arauco que permitirá evitar la Ruta 5 central y que permitirá al viajero llegar a Temuco pasando por el litoral hasta Puerto Saavedra y Carahue.
Se piensa que un importante flujo de personas y mercaderías circulará por esta vía en los próximos años. La región enfrentará entonces un dilema mayor: intentar desarrollar económicamente la zona en armonía con los actores locales (comuna, artesanos, comunidades) pero al mismo tiempo proteger el entorno y el borde del mar de la llegada de promotores turísticos y mercaderes inescrupulosos. Será un desafío considerable para los habitantes y un acontecimiento que marcará el futuro económico de la comuna. ¿ Y si habláramos desde ahora como podríamos preparar un desarrollo durable para proteger nuestro litoral?

Flores de la cordillera. IX Región

Viola Cotyledon. Hermosa flor blanca que brota de esta planta que se encuentra a partir de 2000 metros sobre la cordillera en la IX región.

Quidico: Un litoral que debemos proteger

Estas imágenes de la playa de Quidico deben hacernos recordar que este litoral es muy frágil y que si su belleza natural es por ahora una fuente de recursos para sus habitantes, graves peligros la amenazan. La tendencia actual es - como en todo el mundo - a la construcción desenfrenada en borde del mar y a la llegada de actividades turísticas y prácticas destructoras del entorno y del biosistema que existe en estas costas salvajes. Por otra parte, vehículos a motor, cuatrimotos, motos todo terreno, 4x4, amenazan nuestras playas y si no ponemos atajo con una reglamentación drástica, se perderán todos los atractivos que pueden hacer de nuestra costa un centro importante de turismo en el futuro. Estas bellezas son de todos los chilenos y no de algunas personas que el fin de semana traen ruido, contaminación y destruyen médanos y dunas donde viven y anidan aves en toda tranquilidad. Todas las bellezas naturales en Chile están amenazadas y mientras los países más evolucionados crean legislaciones que intentan protegerlas, nosotros aquí en Chile toleramos estas prácticas irresponsables.
Nuestras zonas más salvajes y bellas las entregamos a intereses económicos que destruyen la poca naturaleza que nos queda y que sólo piensan en su bolsillo, creyendo que "algo" no puede tocar al final. No hay que engañarse. Los promotores turísticos y los mercaderes del "deporte" al aire libre trabajan a muy corto plazo, prometen trabajo y actividades a la gente del lugar que al final resultan castillos en el aire. Si destruimos nuestras costas hoy, nadie vendrá a verlas mañana. La caravana pasará y nos quedaremos con las ruinas y los deshechos de lo que fue una de las costas más hermosas y salvajes del Sur de Chile.

La llegada y la salida de los botes que salen a mariscar y a pescar es todavía un momento social importante en la caleta Quidico. Las familias y los curiosos se agrupan cada vez que los pescadores se van a la mar o vuelven con sus productos. Los niños también viven esos momentos que acompañan sus vidas hoy y que guardarán como vivencias por el resto de sus vidas.

Palín en los altos de Quidico

Palin
enviado por caterva

Una flor del Sur de Chile. (Villarrica)

La Arsaca Longibracte ata es una hermosa flor silvestre que crece a partir de los 600 metros en la precordillera de la IX Región hacia el Sur. Su presencia puede desaparecer si no respetamos el bosque nativo.

Aniversario de la Comuna de Tirúa

La intervención del Diputado de la República Monsalve muestra las dificultades de esta comuna que cuenta con dos centros urbanos, Tirúa y la caleta Quidico: Una entrevista que toca algunos temas centrales que afectan a los habitantes del lugar.

Verano en Quidico

Imagen que el visitante guardará en la memoria cuando sus pasos lo alejen de Quidico: aire, sol, mar y arena hasta el horizonte, y las gaviotas estridentes que buscan algo para robar entre los botes indiferentes.

Elicura Chihuailaf: Sueño Azul

Elicura recitando su poema Sueño Azul,(Kallfv Pewma mew).
Extracto del libro "De sueños azules y contrasueños" Editorial Universitaria, Santiago,Chile. Agosto 2000.

Camanchaca sureña

En las primeras horas de la mañana, al salir el sol, las frías temperaturas del océano Pacífico crean esa neblina de extraña belleza que acaricia el litoral y dibuja formas aproximativas en el relieve de la costa. El sector de Cura se transforma en un misterioso y fantasmagórico navío encallado en las rocas.

Flores que adornan la Araucanía.

Estas dos flores pertenecen a la Flora chilena. La primera, la anaranjada Loasa Tricolor se encuentra en el sector de Villarrica y la blanca Orchidaceae se encuentra en los campos de la IX región donde crece silvestre. Abran los ojos cuando caminen por los cerros y verán maravillas alrededor de ustedes.

Un artista de excepción nacido en Canihual

Santos Chavez
De pastor de cabras a eximio grabador

No quería pompas fúnebres. Pidió que sus cenizas fueran arrojadas al mar y que sus amigos lo recordaran alrededor de un asado, en el patio de su casa. Murió en la madrugada del 2 de enero de 2001. A sus funerales en Concón asistieron unas cuarenta personas y hubo los discursos de rigor. Su esposa alemana, Eva, recibió una ánfora con sus cenizas que, conforme a sus deseos, fueron esparcidas en el océano. La agonía de Santos Chávez duró semanas. Su tenaz batalla contra la muerte empezó en su pulcra y florida casa en Reñaca. Ya no podía trabajar. El cáncer había inutilizado su brazo derecho pero aún así bajaba a su taller y se empeñaba con la mano izquierda en trazar algún boceto que luego sometería al delicado proceso de sus grabados. Deja un legado de unas mil obras que tienen su sello inconfundible.
Nació en Canihual, cerca de Tirúa , en 1934. Su padre, José Santos Chávez, era uno de los pocos habitantes del lugar que sabía leer y escribir y se empleó como escribiente de la comisaría de carabineros, destinada más a reprimir a los mapuches que a guardar el orden público. Su madre, Flora Aliste Carinao, tenía fama como ceramista.


Casi todos sus temas tienen que ver con su tierra araucana, con el viento, la lluvia, galopes, rostros de niños, de muchachas, soles rojos o azules, vuelos fantásticos a lo Chagall, amantes silvestres, cabras de la pradera, pájaros, bosques encantados. Trabajaba con paciencia y rigurosas exigencias estéticas, prefería la madera para sus planchas y rompía los proyectos que a su juicio no alcanzaban la perfección y la expresión exacta de lo que se proponía.

Desde un comienzo al fin, sus temas fueron los mismos. Adquirió con el curso de los años un seguro y talentoso oficio. Sólo en su último tiempo agregó a sus grabados unas acuarelas sobre paisajes nebulosos o sobre rincones periféricos de Berlín, ciudad en la que vivió veinte años y donde realizó grandes exposiciones y fue reconocido como uno de los más grandes artistas latinoamericanos. Sus grabados fueron publicados en portadas de revistas, se convirtieron en carteles y tarjetas postales. Ninguna tentación de explorar en otros temas y estilos lo sacó de lo suyo. Quería ser, en primer lugar, un artista del pueblo mapuche, de sus esencias, de su entorno terrenal y también de sus luchas.

Mariscos (Llegada de los botes)

La gente se agrupa, rodea el bote y los mariscos. Los conocidos se miran sin decir palabra, un gesto basta para cerrar negocio. Los pescadores buscan el comprador local habitual, evitando el turista leso. Las dueñas de las cocinerías o los "caseros" agarran lo mejor para la venta. Los chiquillos vienen a buscar el encargo del día anterior. Los curiosos y los afuerinos se quedan mirando sin comprender esa magia de la transacción que se realiza rapidamente ente sus ojos y que deja en la playa algunos mariscos para la foto y los recuerdos.