sábado, 14 de abril de 2007

Puerto Saavedra al crepúsculo

"Cuando preparaba el despegue hubo gente del lugar que vino a mirar lo que hacía, extrañados. Todos pensaban que estaba loco o que al último momento iba a desistir, pero esperaban pacientemente que extendiera el parapente para asistir al espectáculo. Desde el acantilado se veían las olas blancas de espuma pero el viento estaba bajando y la tarde era cálida. Las condiciones eran espléndidas.
Cuando despegué muchos gritaron felices y los vi correr agitando los brazos como si no creyeran que volar fuese tan fácil. Al llegar a la playa de Puerto Saavedra con la mente repleta de esas imágenes que sentimos cuando se vuela sobre el mar, sólo unas hurañas gaviotas me miraron guardar mis cosas, indiferentes y distantes. Comprendí entonces que para ellas volar era sólo un quehacer cotidiano." Testimonio del piloto del parapente Free-X.

Parapente y soaring

Los vuelos en parapente frente al mar son apreciados por los pilotos porque encuentran condiciones ideales para este deporte: viento regular, sin turbulencias, ausencia de obstaculos y de habitaciones. El parapente debe despegar frente al viento que viene desde el océano.
El viento meteorológico si no es muy fuerte (hasta 20 Kms por hora) les permite aprovechar la subida dinámica que se produce en el relieve de la costa. Pueden quedar allí varias horas si las condiciones se mantienen. Algunos pilotos del lugar han hecho vuelos en Puerto Saavedra y en la playa de Quidico, despegando desde Cura. También en el lago Lanalhue a partir de Liucura.