sábado, 14 de abril de 2007

Puerto Saavedra al crepúsculo

"Cuando preparaba el despegue hubo gente del lugar que vino a mirar lo que hacía, extrañados. Todos pensaban que estaba loco o que al último momento iba a desistir, pero esperaban pacientemente que extendiera el parapente para asistir al espectáculo. Desde el acantilado se veían las olas blancas de espuma pero el viento estaba bajando y la tarde era cálida. Las condiciones eran espléndidas.
Cuando despegué muchos gritaron felices y los vi correr agitando los brazos como si no creyeran que volar fuese tan fácil. Al llegar a la playa de Puerto Saavedra con la mente repleta de esas imágenes que sentimos cuando se vuela sobre el mar, sólo unas hurañas gaviotas me miraron guardar mis cosas, indiferentes y distantes. Comprendí entonces que para ellas volar era sólo un quehacer cotidiano." Testimonio del piloto del parapente Free-X.

1 comentario:

  1. Cuando era niño, pari mi era magico verte volar asi. Desde pequeño quise acerlo tanbien. Me recuerdo perfectamente de aquella vez, frente al mar. La Carmen estaba anxiosa tanto como Yo. Pero ambos aplaudimos cuando despegaste!
    Que maravillosos recuerdos...

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