sábado, 31 de enero de 2009

Argos y los veinte años.


Mucho se ha escrito sobre este puente peatonal que existe en el pueblo de Quidico y que cruza el río homónimo. Sin embargo pocos han hablado de este personaje que periódicamente se instala allí a husmear a los transeúntes y vecinos. Algunos dicen conocerle: "-Se llama Argos" mi informó un chicuelo que al pasar me descubrió mirándole y se alejó corriendo.
Me quedé un rato solo (nos quedamos un rato solos mirándonos) y por fin el perro movió la cola, sonriendo.: "Hola, puh, Argos"-susurré. Crucé el puente lentamente en dirección de las colinas. Argos quedó allí viéndome subir en silencio el camino de tierra hasta la calle Itaca. Estaba flaco y viejo. Al llegar a mi esquina recordé aquel tango de Le Pera que cantaba Gardel... "qué veinte años no es nada, qué febril la mirada...". Lo canté bajito y entré en el jardincito de mi casa. Nada había cambiado en tantos años. Esperé un instante, escuché voces. Entonces respiré profundamente y abrí la puerta. Telemaco estaba allí, todavía esperándome.

El rincon de los artistas


Talento. Es lo que muestran estas niñas de Quidico que ofrecen un espectáculo vibrante y espontáneo. Es en lugares recóndidos de nuestro país donde nacen los futuros artistas del mañana. Sinceras felicitaciones.