lunes, 13 de abril de 2009

Arriba en la cordillera con Bob, y otros amigos...



La magia de la Internet me acompaña y descubro en este recóndido valle de la cordillera una canción revisitada por admirables intérpretes que la cantan a partir de sus lugares de origen y a veces con recursos precarios. Un canto lejano que viaja a través las distancias y se va construyendo con una multitud de voces hasta convertirse en un mensaje. La idea me parece simple y por lo mismo admirable: sin caer en la sensiblería ordinaria me parece algo percutante a poner en relieve en los tiempos que corren.


Y después me dije que este otro video iba a completar el momento de regocijo que nos hace avanzar para hacer que este mundo sea más humano y con menos injusticias.

domingo, 12 de abril de 2009

A la vista de los volcanes

El volcán Choshuenco se mira en el espejo del Panguipulli y señala los límites de las aguas que se precipitan hacia el Sur. A sus pies se adivina el Pirihueico y más al Norte el valle de Liquiñe último escalón que lleva hasta Carirriñe y la Argentina. Largo trecho queda, pienso. Sale a encontrarme el Villarrica que humea silencioso con la cuiquería a sus pies. Sabe que a sus espaldas la gente humilde vive sin apuro, trabaja simplemente y espera que le Ngenchén proteja los sembrados y a las comunidades de los destellos del oropel globalizado y del despilfarro del liberalismo desenfrenado. Me adentro un poco más y el bosque nativo me recibe verde, profundo, y me suaviza el corazón.

A Liquiñe bajan los sueños

Saliendo de Liquiñe a una veintena de minutos a pie por un camino de tierra, en las colinas que bordean al pueblo se pueden encontrar varias termas de agua caliente (60 grados)Al entrar en la piscina solitaria observo entre los cerros de la enorme cascada que parece brotar del cielo. La montaña entera se escurre en el valle y las aguas se pierden hacia el lago Neltume anunciando la noche.
Espero largos momentos sumergido en las aguas volcánicas y cuando las sombras invaden el lugar intento volver empapado de estrellas y de imágenes. Un inmensa fatiga me invade y desciendo el camino ayudado por las luciérnagas de Liquiñe que parpadean indicando la senda de los sueños que bajan también de Carirriñe.

jueves, 9 de abril de 2009

Viaje al inicio del agua


Y salí a caminar hasta el origen del agua. Me adentré por senderos donde el mañío de mi infancia ornaba con lenguitas de plata los ulmos taciturnos cargados de miel blanca, huallis con voz destemplada me llamaban de la espesura y oscuros avellanos desgranaban rojas lágrimas que corrían cuesta abajo hasta las cunetas humedas de los caminos. Copihues saltones estallaban entre las lianas y las quilas. Y el agua se acumulaba en el alma y en los pies. Se escurría cerro abajo y se vertía en el espejo del cielo, esperándome, lamiendo la ribera volcánica del Calafquén. Fuego de roca y ceniza incandescente que durante siglos se extasia sobre la arena negra de explosiones ancestrales. Coñaripe se despierta y a lo lejos los conas desaparecen en silencio subiendo entre los árboles hacia el volcán que ronronea como un gato dormido.