domingo, 20 de julio de 2008


Sí, a veces el invierno llega a Quidico, el pueblo de la eterna primavera, y la naturaleza aun dormida se despierta lentamente pues el año nuevo acaba de pasar. Los meandros que han hecho famoso al pueblo serpentean entre animales que miran escurrirse el río Quidico hasta la playa.
Cae la tarde y la lluvia amenaza.