
Cuando despegué muchos gritaron felices y los vi correr agitando los brazos como si no creyeran que volar fuese tan fácil. Al llegar a la playa de Puerto Saavedra con la mente repleta de esas imágenes que sentimos cuando se vuela sobre el mar, sólo unas hurañas gaviotas me miraron guardar mis cosas, indiferentes y distantes. Comprendí entonces que para ellas volar era sólo un quehacer cotidiano." Testimonio del piloto del parapente Free-X.
Cuando era niño, pari mi era magico verte volar asi. Desde pequeño quise acerlo tanbien. Me recuerdo perfectamente de aquella vez, frente al mar. La Carmen estaba anxiosa tanto como Yo. Pero ambos aplaudimos cuando despegaste!
ResponderBorrarQue maravillosos recuerdos...