Se piensa que un importante flujo de personas y mercaderías circulará por esta vía en los próximos años. La región enfrentará entonces un dilema mayor: intentar desarrollar económicamente la zona en armonía con los actores locales (comuna, artesanos, comunidades) pero al mismo tiempo proteger el entorno y el borde del mar de la llegada de promotores turísticos y mercaderes inescrupulosos. Será un desafío considerable para los habitantes y un acontecimiento que marcará el futuro económico de la comuna. ¿ Y si habláramos desde ahora como podríamos preparar un desarrollo durable para proteger nuestro litoral?


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